La coleccionista de arte Pilar Citoler ha presentado esta mañana en Córdoba la selección de obras de su colección Circa XX que se expondrá en la Sala Puerta Nueva de la Universidad de Córdoba hasta el próximo 17 de diciembre. Según ha explicado la propietaria de la colección, que cuenta con más de 600 obras de autores contemporáneos españoles y extranjeros desde principios de los años 30, para la muestra de Córdoba se han seleccionado 67 obras de pequeño y medio formato, entre ellos varios dibujos de Pablo Picasso.

Citoler, que ha estado acompañada esta mañana por el psiquiatra José María Valls y el vicerrector de Estudiantes, Manuel Torres, ha ofrecido alguna de las claves de su forma de seleccionar y adquirir obras de arte, una actividad que, según la coleccionista forma parte de la esfera de los íntimo y lo personal, "aunque claro siempre hay que mirar el bolsillo". Precisamente sobre la faceta más comercial del coleccionismo, Citoler se ha mostrado como una absoluta defensora de las galerías de arte, aunque, señaló, las "subastas también son igualmente interesantes".

Treinta y cinco años coleccionando obras contemporáneas, han facilitado a la coleccionista zaragozana afincada en Madrid una estrecha relación con el mundo artístico, cuya apertura al gran público con iniciativas públicas elogió. De hecho, Citoler ha asegurado esta mañana que ella misma se plantea donar su colección privada a alguna institución pública, aunque con la única condición de que no se disperse.

En su charla con los periodistas, celebrada en el Salón Azahara del Hotel Alfaros, Citoler se ha referido a Salvador Dalí, a Pablo Picasso y a Miró como tres "titanes" del arte contemporáneo español y, aunque no ha descartado que en la Historia del Arte del siglo XX algunos nombres se hayan quedado a tras, dijo "quienes han llegado a ese nivel es porque se lo han merecido como artistas y por su esfuerzo y trabajo personal".

La coleccionista citó como ejemplo del esfuerzo privado de algunos artistas el Museo Vostell de Malpartida de Cáceres, fundado por el artista berlinés, integrante del movimiento Fluxus y amigo de Citoler Wolf Vostell en 1976. Vostell fue de hecho uno de los más acérrimos defensores del video arte, un formato que atrae especialmente a los jóvenes creadores, según Citoler, y al que "hemos aprendido a perderle el miedo los coleccionistas".