ebrado recientemente en Ámsterdam.
El estudio, del que son coautores los doctores Da Silva Grigoletto, del Centro Andaluz de Medicina del Deporte, y García Manso, de la Universidad de Las Palmas, venía a ampliar una observación previa, según la cual el entrenamiento deportivo de resistencia provoca cambios hormonales y en la calidad del semen. Por eso se decidió analizar comparativamente la calidad del esperma de los triatletas, que practican una de las disciplinas más duras al combinar natación, ciclismo y carrera. De esta forma se ha podido constatar que es el ciclismo, al que dedican más tiempo de entrenamiento los triatletas, la única que ha demostrado guardar una clara correlación con la calidad de los espermatozoides. Concretamente, para realizar la investigación, Vaamonde estudió los aspectos morfológicos del semen de 15 triatletas españoles, de 33 años de edad media, que compiten a nivel internacional.
En las conclusiones del estudio, ampliamente difundido en la comunidad científica internacional, Vaamonde asegura que existe una correlación inversa entre la forma de la cabeza, la cola y el cuerpo basal de los espermatozoides y las horas dedicadas al ciclismo a la semana. Así, todos los triatletas tenían menos del 10% de los espermatozoides normales y algunos de ellos -los que recorren sistemáticamente 300 kilómetros a la semana- , menos de un 4%, lo que se considera un problema de fertilidad.